En tus menús diarios debes evitar la bollería industrial y los lácteos enteros, pero no son los únicos peligros que deberás evitar.
La pastelería industrial y la bollería en general contiene muchas grasas. De media, entre un 20 y un 30 porciento, en la inmensa mayoría. Pero sin que lo sospechemos, existen alimentos que en su composición ocultan grasa. Para aligerar tu dieta, te vamos a ayudar a identificar esas grasas ocultas y a sustituir algunos alimentos al comprar Herbalife con los siguientes consejos.
Lo pequeño a veces es una gran bomba
Los aperitivos salados y snacks también son productos con una gran cantidad de calorías y que además ocultan una cantidad de grasa saturada elevada. Hay que tener muy presente que este tipo de alimentos pueden aportar desde 400 hasta 540 kilocalorías por cada 100 gramos a pesar de su aspecto ligero y pequeño tamaño. Las patatas son sanas y muy nutritivas, pero cuando las ingerimos fritas de bolsa pasan a ser una autentica bomba energética, hasta las clasificadas como ligeras pueden rozar las 400 kilocalorías por cada 100 gramos, una barbaridad si lo comparamos con los batidos Herbalife, sustituyen una comida nutritiva y saludable y tan solo aportan 216 kilocalorías si se preparan con 250 mililitros de leche semidesnatada.
Optar por lo práctico puede ser un error
La comida preparada como los platos precocinados son ideales para ahorrar tiempo y esfuerzo pero por el contrario incluyen en su composición una gran cantidad de grasa y su valor calórico es muy elevado. Has de leer bien el aporte nutricional y calórico que se encuentra en la etiqueta del producto, y te darás cuenta, que no estás haciendo ningún bien a tu cuerpo. Por lo contrario al comprar batidos Herbalife, al leer la etiqueta nutricional del producto, te das cuenta de que la cantidad de nutrientes y macro nutrientes que contiene, las vitaminas y minerales esenciales para nuestro organismo y por encima de todo, el bajo poder calórico que nos aporta son excepcionalmente ideales.
Ojo con los productos dietéticos
Algunos de los productos catalogados como dietéticos, para mejorar su sabor y textura, se les suele agregar grasas. Cuidado con las apariencias, incluso a las galletas ricas en fibra o al pan integral se incluyen estas grasas, nada beneficiosas cuando intentamos llevar una dieta saludable y equilibrada.
Al cocinar añadimos grasa
Es muy importante elegir bien los alimentos que vamos a ingerir, pero sin olvidarnos por supuesto, de la manera en que vamos a cocinarlos. Los métodos de cocción más ligeros son los más populares, que requieren poca cantidad de grasa, como por ejemplo el hervido al vapor, al horno, a la plancha, al papillot o papillote.
Llena el plato sin miedo
En las dietas de adelgazamiento, llenar los platos sin miedo está prohibido, pero si el plato es una ensalada la historia cambia por completo. Las ensaladas nos aportan muy pocas calorías, pero pueden resultarte aburridas si al prepararlas no le pones un poco de imaginación.
Disfrutar al máximo del primer plato
Opta por la variedad, puedes añadir todo tipo de hortalizas y verduras crudas o hervidas, setas, germinados o incluso frutas de temporada. Las hortalizas de colores como la zanahoria, col lombarda o la remolacha, aportan más colorido y una mayor variedad de nutrientes.
Incluye cereales como la pasta, arroz integral o maíz dulce, te proporcionará energía de forma gradual y lenta gracias a su aporte de hidratos de carbono complejos.
Las legumbres también son ricas en hidratos de carbono y te aportan muchísimos nutrientes, es una combinación perfecta con un aliño de comino o el hinojo, mejoraras la digestión.
Por último, enriquécelas con semillas, algas, frutos secos, gambas o mejillones. Añadidos en pequeña cantidad no incrementara el aporte calórico y otorgarán un efecto remineralizante con gran sabor.